Ang Lee es un magnífico director de películas intimistas, que, cuando mete tigres en sus obras, me carga. Es el caso de "Tigre y dragón", pero también de "La vida de Pi", artificio New Age con mensaje ambivalente, que cuenta de dos formas los mismos hechos.
Casi todo el film podría haber sido dirigido por Paulo Coelho, asistido por Alejandro Jodorowsky pasado de ácido. En la primera parte, se cuenta la increíble historia de un adolescente que viaja en barco con su familia de la India a Canadá. El barco se hunde y él sobrevive después de más de 200 días en el mar acompañado de un tigre de bengala. Al final de la película se cuenta otra historia, una sin tigre. Dependiendo de cuál prefieras, eres o no creyente. Vamos, que si crees en Dios, crees una mentira. Esto último es lo único que me gustó de este peñazo sobrevalorado al que no dedicaré más tiempo. Quien quiera ver una buena película con una visión más cercana de la religión; quien quiera divertirse con una historia de superación cargada de emoción y de sentimientos reales; quien quiera ver interpretaciones dignas de Oscar, que vea "Las sesiones", también en cartel, con un John Hawkes sobresaliente. Eso sí es cine.
Casi todo el film podría haber sido dirigido por Paulo Coelho, asistido por Alejandro Jodorowsky pasado de ácido. En la primera parte, se cuenta la increíble historia de un adolescente que viaja en barco con su familia de la India a Canadá. El barco se hunde y él sobrevive después de más de 200 días en el mar acompañado de un tigre de bengala. Al final de la película se cuenta otra historia, una sin tigre. Dependiendo de cuál prefieras, eres o no creyente. Vamos, que si crees en Dios, crees una mentira. Esto último es lo único que me gustó de este peñazo sobrevalorado al que no dedicaré más tiempo. Quien quiera ver una buena película con una visión más cercana de la religión; quien quiera divertirse con una historia de superación cargada de emoción y de sentimientos reales; quien quiera ver interpretaciones dignas de Oscar, que vea "Las sesiones", también en cartel, con un John Hawkes sobresaliente. Eso sí es cine.