miércoles, 30 de enero de 2013

Desecho la del tigre



Ang Lee es un magnífico director de películas intimistas, que, cuando mete tigres en sus obras,  me carga. Es el caso de "Tigre y dragón", pero también de "La vida de Pi", artificio New Age con mensaje  ambivalente, que cuenta de dos formas los mismos hechos.
Casi todo el film podría haber sido dirigido por  Paulo Coelho, asistido por Alejandro Jodorowsky pasado de ácido. En la primera parte, se cuenta la increíble historia de un adolescente que viaja en barco con su familia de la India a Canadá. El barco se hunde y él sobrevive después de más de 200 días en el mar acompañado de un tigre de bengala. Al final de la película se cuenta otra historia, una sin tigre. Dependiendo de cuál prefieras, eres o no creyente. Vamos, que si crees en Dios, crees una mentira. Esto último es lo único que me gustó de este peñazo sobrevalorado al que no dedicaré más tiempo. Quien quiera ver una buena película con una visión más cercana de la religión; quien quiera divertirse con una historia de superación cargada de emoción y de sentimientos reales; quien quiera ver interpretaciones dignas de Oscar, que vea "Las sesiones", también en cartel, con un John Hawkes sobresaliente. Eso sí es cine.

lunes, 28 de enero de 2013

Noche del Orgullo



Había oído hablar del "Día del Orgullo", pero esto es nuevo para mí. Salí a tirar la basura y me encontré con la "Noche del Orgullo" fuera de mi casa. Corrí a coger la cámara. Si no, ¿quién me habría creído? Luego, seguí haciendo fotos, pero el arcoíris había desaparecido, como se puede comprobar en la segunda.

miércoles, 23 de enero de 2013

Mi vecino Totoro

 
He visto esta puerta multitud de veces, pero nunca me había fijado en el dibujo. "Vive" cerca de mi casa. Hoy llevaba la cámara conmigo y mi búsqueda de imágenes curiosas me abrió los ojos. (La foto está editada, por supuesto).

martes, 15 de enero de 2013

Qué poco hemos cambiado

Un Estado opresor, insensible ante los padecimientos de un pueblo. Un gobierno que envía a las Fuerzas del Orden a reprimir las protestas de los ciudadanos. Un país en el que la Ley no va de la mano de la Justicia. No hablo de Rajoy; no hablo de la situación actual, aunque lo parezca. Fue Victor Hugo quien, en 1864, escribió "Los miserables" y retrató su época, a la vez que describía la condición humana, la crueldad del Poder, las constantes injusticias que viven los menos favorecidos. Descripción que, al parecer, sigue vigente.
Ahora es Tom Hooper quien nos acerca esta obra en forma de adaptación del famoso musical. Y lo hace de manera personal, como el autor que es: usando su característico "ojo de buey"; los juegos con la profundidad de campo, típicos de las series británicas; decidiendo que las canciones no se canten en play-back; moviendo la cámara de manera nerviosa,... 
No se trata del típico musical: no quedas con la sensación de estar viendo una historia esquemática alargada mediante canciones y coreografías vistosas. Y es que la novela tiene unas mil páginas. Lo difícil es condensarla en menos de tres horas. 
Todos los actores cumplen, al menos en mi opinión, a pesar de las críticas a Russel Crowe. Transmiten verdad. Aunque quizás las nominaciones y los premios interpretativos que están recibiendo resulten exagerados.
Sólo encuentro una pega: la estética, tan propia de Dickens. Bueno, más bien la que se atribuye a Dickens a través de las adaptaciones de sus obras. Quizás sólo me ocurra a mí, pero siempre me ha dado grima ese imaginario.
La película, tremendamente oportuna, transmite una esperanza muy necesaria en momentos difíciles. 

domingo, 13 de enero de 2013

Paisaje después de la batalla














Conocida es mi afición a la fotografía. Y también mi tendencia a editar. Estos Reyes me han traído una Nikon d5100. Vale, no es la mejor cámara del mundo, pero me permite hacer fotos dignas. Ahí va la mejor que he hecho desde que me regalé la cámara. Fue tomada en Arinaga, fuera del puerto, mientras hacía un descanso del trabajo. Me parece que tiene un extraño encanto.
Añado otra de la misma sesión, que tampoco me disgusta.



























Esta última parece un cuadro, de tan manipulada.