Dice Zadie Smith que
cuando escribe tiene que contenerse, porque, si no, acabaría siendo
tan poco clara como el Joyce de "Finnegans Wake". Si
obviamos lo pretenciosa que parece dicha afirmación, hemos de
coincidir con ella en que ciertamente se nota que le gusta jugar con
las formas, aunque más bien con aquéllas que resultan obvias. Nunca
nos perdemos respecto al significado de cada frase ni dudamos de qué
personaje habla. En su última novela, "NWLONDON",
encontramos dos caligramas y se imita el flujo de la conciencia.
Fuera de eso y de la estructura del libro, no podemos hablar de una
obra de la complejidad, por ejemplo, de "Las olas", de
Virginia Woolf. Sin embargo, considero que se trata de una novela
interesante, atrevida y en absoluto desdeñable.
En ella, se nos narran
varias historias, todas referentes a personajes nacidos y criados en
el mismo barrio conflictivo del noroeste de Londres (de ahí el
título): Leah, de clase media, ha conseguido salir adelante. Empatiza demasiado, por eso es fácil que le
tomen el pelo. Su mayor problema es que no quiere tener hijos y está
rodeada de personas que la presionan para que los tenga. Le sisa
píldoras anticonceptivas a su amiga Natalie, a la que conoce desde
pequeña. Ésta se halla casada con un hombre rico, abogado de
prestigio, guapo; sus hijos son educados,.. Básicamente, es uno el inconveniente que empaña esa imagen de familia idílica: que nada de eso la hace feliz. Conocemos a otro
personaje, Felix, por referencias, cuando ya ha sido asesinado, hasta
que se nos cuenta el último día de su vida. Trata de rehacerla.
¿Para qué? Es ésa una de las preguntas que parece sobrevolar esta
obra: ¿Para qué tanto esfuerzo por convertir nuestras vidas en algo
más, si podemos encontrar nuestro final en cualquier callejón? Y
es que, a pesar de algunos momentos de humor, "NWLONDON" es
una historia (muchas historias) dura. En un momento dado, se escribe
sobre un personaje: "Un músculo de esperanza quiso tensarse en
su interior, pero lo tenía debilitado por falta de uso".
Dice también Zadie
Smith, que ésta es una obra indirectamente política: No nos habla
de derechas o izquierdas. Sus personajes se mueven, opinan, toman
decisiones según su ideología. Unos piensan que los habitantes de
zonas depauperadas no hacen nada para salir de su miseria porque
sencillamente no quieren, otros que hay que ayudarles. Es la manera
de mostrarnos como seres políticos que tenemos en el día a día.
Quizás la más real. Yo también creo que hemos de juzgar a las
personas por sus actos, más que por sus palabras. Basta con repasar
las promesas incumplidas de los que fueron candidatos a gobernarnos
y ahora nos gobiernan para comprender a lo que me refiero.
Los personajes de
"NWLONDON" parecen deambular constantemente, sin llegar a
ninguna parte. Van al trabajo, discuten con sus parejas en
casa, quedan para cenar, llevan a los hijos al parque, visitan a sus
ex, visitan a sus padres, van en metro, en autobús, caminan,... Se
mueven y acaban preguntándose "¿Avanzar hacia dónde?".
Por eso, porque su autora
no pretende tener la solución a los problemas, tampoco concluye su
novela con un final que responda claramente a las dudas del lector,
ni siquiera sobre las intenciones de ésta. Nos muestra la superficie
para que intuyamos el fondo. Lo cual me anima a considerar que no es del
todo acertada la teoría que afirma que la literatura anglosajona de
calidad está acabada desde que se ha vuelto causalista y da una razón a cada cosa convirtiendo las obras en un mero cúmulo de obviedades. Existen todavía pruebas de lo contrario. Ésta es una.