miércoles, 30 de enero de 2013

Desecho la del tigre



Ang Lee es un magnífico director de películas intimistas, que, cuando mete tigres en sus obras,  me carga. Es el caso de "Tigre y dragón", pero también de "La vida de Pi", artificio New Age con mensaje  ambivalente, que cuenta de dos formas los mismos hechos.
Casi todo el film podría haber sido dirigido por  Paulo Coelho, asistido por Alejandro Jodorowsky pasado de ácido. En la primera parte, se cuenta la increíble historia de un adolescente que viaja en barco con su familia de la India a Canadá. El barco se hunde y él sobrevive después de más de 200 días en el mar acompañado de un tigre de bengala. Al final de la película se cuenta otra historia, una sin tigre. Dependiendo de cuál prefieras, eres o no creyente. Vamos, que si crees en Dios, crees una mentira. Esto último es lo único que me gustó de este peñazo sobrevalorado al que no dedicaré más tiempo. Quien quiera ver una buena película con una visión más cercana de la religión; quien quiera divertirse con una historia de superación cargada de emoción y de sentimientos reales; quien quiera ver interpretaciones dignas de Oscar, que vea "Las sesiones", también en cartel, con un John Hawkes sobresaliente. Eso sí es cine.

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo. La película es derechamente mala y apuesta a una estética impresionante pero vacía. La metáfora es horrible, obvia y simple. No fue para nada de mi gusto y, hasta ahora, no había encontrado a nadie que la odie más que yo.
    Y estoy de acuerdo también con tus comentarios de Paulo Coelho y Jodorowsky, dos farsantes a quienes no creo nada.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario. Yo tampoco conocía a nadie que aborreciera esa película. Dadas las magníficas críticas, me pasé todo el rato pensando que acabaría salvándose mediante algún giro final redentor. Cosa que lamenté, porque el desenlace la acabó de estropear.
    Prefiero al Ang Lee de "El banquete de bodas" y "Comer, beber, amar" (aún no he visto "Brokeback mountain", por lo que no puedo opinar al respecto).
    Está claro que coincidimos en nuestro rechazo hacia ciertas filosofías presuntamente trascendentales.
    Abrazos desde España.

    ResponderEliminar