lunes, 25 de marzo de 2013

Eclipse total



Hace unos años, se estrenó una película basada en una novela de Stephen King, cuyo título en inglés era "Dolores Claiborne", pero como al distribuidor no le parecía muy comercial, le dio por llamarla "Eclipse total", por lo que cuando se exhibió en España "Total Eclipse", de Agnieszka Holland, tuvieron que cambiarle el nombre. Aquí recibió el de "Vidas al límite".
Pero hoy hablaré de otra obra con ese mismo título: el último libro de Juan José Millás. Se trata de una selección de sus mejores reportajes publicados por El País, con prólogo plúmbeo de Ángel Gabilondo (recordemos que el ex-ministro ha sido profesor de asignaturas tan entretenidas como son Metafísica, Hermenéutica y Teorías de la Retórica y Pensamiento Francés Contemporáneo. Como diría Joaquín Reyes: "Todas ellas con mucha salida"). Estos reportajes, casi en su mayoría, consisten en realizar una "sombra", o sea, un seguimiento del día a día de una persona, que puede ser un ama de casa (su hijo es hiperactivo y tiene déficit de atención), Penélope Cruz en su barrio con su madre, un sordo-ciego, Pasqual Maragall y su fundación de lucha contra el Alzheimer,... Pero también puede tratarse de las víctimas de la guerra en Sierra Leona o del Japón post-Fukushima, en cuyo caso, más que ante una "sombra", nos encontramos ante un fresco. Se trata sobre todo de acercarnos a estas vidas al límite de personas cuya jornada supone un reto. Se trata de recordarnos las situaciones por las que atraviesan esas personas. El problema es que básicamente es eso: un recordatorio. Porque el reportaje sobre Penélope Cruz recuerda a otros que le han hecho (incluso los del programa "60 minutes" de ABC la han acompañado a Vallecas); el de Sierra Leona es muy parecido a lo que cuenta la película "Rebelle", nominada este año al Oscar a mejor película de habla no inglesa; el de Pasqual Maragall cuenta lo mismo que el documental "Cuchara, manzana, bicicleta"; y así con todos. Hay algunas novedades, por supuesto, pero no las suficientes. Además, da la impresión de que no hubiera un trabajo de investigación, sino de recolección de datos sin criterio. Cuando una organización aporta una información, no parece contrastada por el autor. 
En suma, no se trata de un mal libro, pero sí de una obra redundante.

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