miércoles, 3 de abril de 2013

La ciudad y el pilar de sal

No voy a engañaros, hoy no hablaré sobre el clásico de Gore Vidal. Tan sólo ocurre que los libros de autoayuda me parecen tan aberrantes, que quiero compartir con quienes no lo conozcan un poema que es precisamente lo contrario de la autoayuda. Se trata de "La ciudad", de Kavafis:

Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste aquí
en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario