miércoles, 21 de mayo de 2014

Me casé con un comunista

Resulta difícil escribir sobre "Memorial del engaño", la última novela de Jorge Volpi, sin estropear al lector parte de su encanto. Precisamente porque desde un principio aclaramos la verdadera autoría de una obra que se presenta como el relato autobiográfico de un falso estafador, J. Volpi, responsable de un desfalco de 15 mil millones de dólares, actualmente prófugo de la ley. Tanto en la portada, como en el interior del libro (cuyo prólogo firma tan sólo con sus iniciales, A. W., un editor ficticio) se mantiene el artificio. Pero considero lícito hablar de ello, pues el mismo Jorge Volpi ya lo ha hecho previamente durante la promoción. 
Se trata ésta de una historia en dos tiempos: La que narra cómo su protagonista llega a lo más alto en el mundo de las finanzas y acaba por crear una estafa piramidal (en primera persona, a modo de confesión cínica); y la que desvela los datos sobre su padre que se desprenden de una investigación llevada a cabo junto a la que se convertirá en la esposa del narrador (el padre de éste falleció sin que llegara a conocerlo y su madre nunca quiso ser clara sobre las razones que lo llevaron a abandonarlos a ambos a principios de los 50). En la primera trama se nos explican de manera didáctica las razones de la actual crisis (principalmente, la desregularización del mercado de valores y la creación de derivados financieros que nadie pudiera comprender), mientras que en la segunda se nos habla, también con profusión de información, sobre el espionaje ruso en tiempos de la Guerra Fría y la posibilidad de que el padre del protagonista fuera un idealista espía situado en las altas esferas del gobierno estadounidense: Capitalismo y Comunismo, dos sistemas enfrentados destinados al fracaso por olvidarse en la práctica del individuo. O como diría Claudio Magris: "Utopía y desencanto". Todo ello envuelto en una estructura operística muy al gusto de un personaje que en ningún momento trata de expiar sus culpas.
¿Cuál es, en mi opinión, el problema de la novela? Que, salvo al comienzo, no me ha enganchado; que resulta relativamente predecible; que ya se nos ha explicado en otras ocasiones con datos similares las razones de la crisis; que el cinismo del protagonista acaba resultando impostado y que la estructura de la novela ni siquiera acaba de estar suficientemente justificada (para ello le falta pasión y le sobra desapego hacia casi todo por parte de este lobo de Wall Street sin excesos).
Por ello, sólo puedo decir que, aunque interesante y entretenida, la encuentro fallida y más digna de haber sido expuesta en forma de ensayo.

P. S.: No acepto críticas sobre el modelo de la foto. Es un autorretrato. Sin gafas pierdo mucho.
Para compensar (o para acabar de cargarme esta reseña), adjunto un poema anti-crisis. Pensé que viene a cuento. Dada su calidad, no hace falta aclarar que es mío:

"No puedo imaginar el esfuerzo tremendo
de luchar por una idea",
escribí en mis horas dichosas,
allá por mi juventud.
Mas llega a mí, con el tiempo, una fuerza
que me impele a levantar el puño
como gesto y como ariete
de esta causa:
La defensa de lo conseguido,
de aquello que era de todos
y entre todos hemos de proteger.

Construiremos un castillo,
una fortaleza;
dispondremos cocodrilos
para quienes traten de asaltarnos.
Nos apoyaremos unos a otros
y soportaremos que nos llamen demagogos;
que nos nombren por un color,
el de la sangre,
o por una situación física,
la del corazón,
como si fuera realmente eso lo que nos define.
Y no nos dejaremos vencer,
pues es justo,
pues es nuestro
lo que defendemos.

Porque la playa sigue estando debajo de los adoquines
que nos gobiernan.

P. S.: Lo sé. Sólo me ha faltado titularlo "El poder de la gente" y dedicárselo a la familia Bardem y a Almudena Grandes, pero es que no quería arriesgarme a que el ministro del interior mandase a los GEOs a mi casa. Espero que, por el momento, se conforme con investigar a los desdichados tuiteros (esa "mafia de las redes sociales", según un tío mío de derechas que me levanta dolor de cabeza cada vez que abre la boca). 

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