domingo, 18 de noviembre de 2012

¿El mañana nunca muere?

Tengo cierta tendencia a no escribir sobre películas comerciales y no me llaman mucho las de Ciencia Ficción (como ya he dicho anteriormente), pero cuando se me presenta la oportunidad de ver una buena, la aprovecho. Así que ayer vi "Looper" con uno de mis 2 mejores amigos (parezco Miranda Boronat, personaje creado por Terenci Moix, que siempre hablaba de sus 80 mejores amigas). 
La historia se sitúa en Kansas, en el año 2044. Un futuro apenas diferente de nuestro presente. En él, existen unos asesinos a sueldo, llamados "looper", que matan a personas del año 2074. Y es que en esa segunda fecha ya se ha creado una máquina del tiempo con la que un mafioso, cuyo origen está envuelto en el misterio, envía al pasado a aquellos de quienes se quiere deshacer, puesto que en 2074... No sigo, porque contada la película es un rollo de mucho cuidado. Vista, también puede tener su dificultad, pero esa es precisamente una de las características que la convierten en uno de los mejores estrenos del año.
Ante todo, he de destacar que se trata de una obra madura, cuya estética y y guión (tramposo, como todos los que tienen por tema central las paradojas temporales) en absoluto remite al cine comercial vacío de contenido al que nos tienen acostumbrados la mayoría de autores. Es esta una película que recuerda en muchos aspectos a la magnífica "12 monos"; incluso, en cierto y lejano modo, a esa obra maestra coreana que es "Old Boy" y a esa otra obra magna que es "Blade Runner". Resulta oscura hasta en las escenas diurnas en medio de un trigal; es arriesgada (usar como versión juvenil de Bruce Willis a Joseph Gordon-Leavitt con prótesis de látex no parecía la mejor opción de casting, pero la verdad es que le da un aspecto artificial que transmite algo difícil de describir, ése algo que tienen los replicantes y que tanto inquieta); y uno de los protagonistas es, como ya dije, el Bruce Willis del film de Terry Gilliam (actor plenamente reivindicable, entre otras,  por "Billy Bathgate", "Pulp Fiction", "Ni un pelo de tonto", "El protegido", "Sin City" y, este mismo año, "Moonrise Kingdom").
Eso sí, que la película se tome en serio, no significa que tras verla debamos pensar demasiado en su contenido: si ni los físicos más sesudos pueden resolver las paradojas temporales, sería una pretensión por nuestra parte tratar de hacerlo, porque en ese sentido podríamos encontrar más fallos en su guión que en el raccord de "Titanic". En otras palabras, ¿para qué destripar las razones del encanto de "Looper", si basta con disfrutarla?

No hay comentarios:

Publicar un comentario