Ban Righ Hall |
Marg Sisson debía rondar
los 20 años en 1963. Se había matriculado en una carrera de Letras
en la Queen´s University de Kingston, Ontario. (Dato curioso: La
universidad fue fundada en 1841, 26 años antes que el estado de Canadá. Dicho de otra manera, su país de nacimiento aún no era centenario siquiera).
Conocida es la influencia de los escoceses en Ontario, de ahí que el
diseño del edificio tuviera como modelos las universidades de
Edimburgo y Glasgow.
Marg era una estudiante
aplicada, pero no la típica que subraya sus libros usando una regla.
No, hacía unas líneas erráticas y con bolígrafo azul (la verdad
es que era algo sacrílega en ese sentido). Escribía de manera
clara, algo amanerada, pero resuelta y rápida.
Decidió alojarse en la
Ban Righ Hall, una residencia para mujeres (vale, el nombre es algo
obvio: Ban Righ significa en gaélico "la esposa del rey"). Fue esta la primera edificación que se contruyó con dicho fin en la Queen´s.
Todo gracias a la iniciativa de un grupo de antiguas estudiantes, que
consiguieron la mitad del dinero necesario para la construcción de
la residencia a base de vender pasteles, organizar reuniones para tomar el té
o para jugar al bridge y mediante pequeños donativos.
El primer año de Marg en
dicha residencia, aún no existía el gran comedor que se inauguró
casi al final de la década.
Muy probablemente,
acabara licenciándose, aunque ha de tener ya unos 70 años, por lo
que estará jubilada.
De Ontario y también de Letras son las escritoras Alice Munro y Margaret Atwood. Me imagino a Marg con una sonrisa de orgullo por sus compañeras de generación (aunque ellas son algo mayores), si dentro de unos días la Academia Sueca decide conceder a alguna de las dos el Nobel de Literatura.
Pero, ¿cómo conocí a
la señora Sisson (éste, por supuesto, es su apellido de soltera. No sé
si llegó a casarse alguna vez)? De una manera muy sencilla: Era mi
cumpleaños. No recuerdo exactamente cuál, sólo que era
veinteañero. Y mi amiga bibliotecaria decidió hacerme más de un
regalo. Uno de ellos sería de broma: Un libro de segunda mano (la
tercera edición de "The great critics", antología de crítica literaria compilada y editada por James Harry Smith y Edd Winfield Parks). Marg habia escrito
sus datos en la primera página para que, si algún día se le
perdía, supieran a quién devolvérselo. El libro tiene anotaciones
que me dejan entrever su carácter y componer un vago retrato de ella. Es curioso el viaje que realizó "The
great critics" hasta llegar a mis manos, de Ontario a Canarias.
Ya hace 50 años que esa estudiante de Letras decidió escribir sus
datos en su libro, que ha acabado formando parte de mi biblioteca particular. Probablemente ésta sea la manera más prosaica
que conozco de pervivir a través de la escritura, pues, esté donde esté, Marg, para mí, seguirá siendo siempre esa estudiante de Letras, aplicada, que a principios de los 60 se matriculó en la Queen´s University at Kingston.
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