Fotografiar el reflejo de una vela en una pupila con tanta precisión resulta imposible (creo).
Pero para eso está el artificio.
P.S.: Parece claro que carezco de estilo propio. El resultado de cada foto es un misterio para mí mismo.
Por cierto, ya sé que, de ser un ojo real, le faltarían iris y cristalino. Pero es que tampoco se puede pedir tanto a un simple aficionado.
Por cierto, ya sé que, de ser un ojo real, le faltarían iris y cristalino. Pero es que tampoco se puede pedir tanto a un simple aficionado.
Y además, si te concentras, parece que la pupila se dilata :)
ResponderEliminarPaulette
¡Qué malaje eres, Paulette! Por suerte sé que, detrás de esos comentarios irreverentes que buscan desacreditar mi blog, hay una persona con corazón (con "Un corazón en invierno", eso sí. -Vale, aún falta más de una semana para que llegue esa estación, pero, chica, te estoy comparando con Emmanuelle Béart. No te quejarás-).
ResponderEliminarEs broma. Gracias por tu comentario.
Una cosa que me gusta de esta foto es que la vela encendida parece imitar la forma de un barco en medio de un mar en calma con su velamen desplegado. (Qué poético-cursi).
Un besazo, Paulette.